Con información de Jannet López Ponce / Milenio
Ciudad de México.- El secretario de relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, aseguró que México no ha admitido negociaciones con Estados Unidos para convertirse en tercer país seguro.
«No estamos de acuerdo y no hemos admitido hacer negociaciones sobre eso, porque no estamos de acuerdo», dijo en conferencia de prensa.
Acompañado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el canciller aseguró que luego de los 45 días acordados con el gobierno estadunidense para revisar los avances en materia migratoria, a cambio de evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos, México seguirá con las medidas para controlar los flujos migratorios.
“Después de 45 días se va a seguir porque tenemos que controlar nuestros flujos migratorios; la Guardia Nacional es para quedarse y el Instituto Nacional de Migración tendrá que reforzarse para que la función migratoria sea más INM y menos Guardia Nacional, y Guardia Nacional sea más seguridad y menos migratoria”, dijo Ebrard.
Ebrard rechazó la posibilidad de que México se convierta en Tercer País Seguro y dijo que lo más sensato es apostar al desarrollo en Centroamérica.
“Lo que tenemos que hacer es aumentar la inversión en Centroamérica y vincular a Centroamérica al desarrollo”, dijo.
El secretario de Relaciones Exteriores indicó que México ha adoptado una estrategia conforme a su ley y el despliegue de la Guardia Nacional se ha logrado una reducción en el flujo migratorio de 36.2 por ciento.
«El Secretario (Mike Pompeo) me hizo saber que respeta nuestra decisión y acordamos reunirnos en 45 días en Washington», dijo durante la conferencia conjunta con el Presidente.
Por su parte, el Presidente destacó que, ante la amenaza de la aplicación de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos, se optó por la negociación con ese país.
«Era un asunto muy complejo, muy difícil porque había la amenaza de aplicar de manera unilateral aranceles, impuestos a los productos mexicanos que se venden en Estados Unidos y eso nos iba a afectar. Considero al gobierno y a la población de Estados Unidos, pero se optó por la negociación, se hizo a un lado la confrontación.
«Vamos bien a 45 días, fue buena la evaluación y vamos a continuar con lo mismo. Nos convenía a los dos países y desde luego respetamos todos los puntos de vista, pero pensamos que fue lo mejor que se ordenara el flujo migratorio», argumentó.
