Gracias a la ineptitud de servidores públicos y funcionarios de la Fiscalía General del estado de Morelos, la familia Martínez Tijera, vive una historia inverosímil: Tras ser informados que Jonathan (su familiar) había muerto en Yautepec, fueron a la morgue por él.
Ahí, un responsable del Semefo se negó a enseñarles el cadáver y a regañadientes se los entregó sin que les permitiera verlo. Así, ellos enterraron un cadáver que no fue Jonathan, sino otra persona.
En realidad Jonathan está vivo e interno en un grupo de recuperación.
Hoy, la FGEM les llama mentirosos y la familia exige a la dependencia que asuma su responsabilidad y diga la verdad.
Ellos son Felícitas Martínez Tijera y Alberto Martínez, madre y hermano de Jonathan Martínez