Hasta el momento, los grupos o liderazgos que han dicho oponerse a la mina de Tetlama, de la empresa Esperanza Silver de México, sólo han esbozado cuestiones supuestamente sociales, pero no científicas.
Es cierto, han esgrimido que las comunidades se niegan, que los recursos se acabarán y que la zona sufrirá, no obstante y hasta el momento, no se ve que la sociedad de la región se oponga de la manera como dicen y el especialista Ricardo Sierra Otyza ha destrozado, uno a uno, los supuesto argumentos con los que quieren dislocar al proyecto.
Tampoco la zona es una región rica y prospera, nunca lo ha sido, y nunca lo será, es una de los sectores de Morelos más abandonados y depauperados que lo que necesita es activación, economía, dinámica y empleo.
Quizás lo peor que le ha pasado a Morelos desde la Revolución, es la Revolución misma.. Y no, no estoy profanado ningún baluarte histórico ni ninguna herencia sagrada, no: el hecho de que el poco territorio de Morelos sea ejidal o comunal es, quizás, uno de los principales motivos del subdesarrollo de nuestro estado.
Otro de esos elementos de subdesarrollo, lo son las conveniencias e intereses de muchos presuntos líderes o defensores de las comunidades, que se obstinan en la defensa de supuestos territorios y pretendidas regiones naturales, que al final de cuentas sólo impiden el crecimiento y la probable riqueza que pudiera venir para los habitantes de esas mismas regiones. Es la cultura del el no, no, no, no y no.
A lo largo de los últimos 50 años los ejemplos son varios, pero quizás hay uno que me viene a la memoria porque se parece mucho a lo que sucede en Tetlama: el caso del campo de Golf de Tepoztlán, donde los habitantes de la región se opusieron de tal manera, que hasta en violencia terminó el asunto y un muerto hubo.
¿Desde entonces qué desarrollo ha tenido la comunidad? Ninguno. Y no porque el campo mismo de golf lo fuera, sino porque ningún inversionista quiere problemas, ni arriesgar su capital a partir de la experiencia sediciosa a la que me refiero, que incluso fue uno de los elementos de descomposición para el gobierno de Jorge Carrillo Olea.
A diferencia de muchos lugares depauperados de Morelos, Tepoztlán tiene de su lado que es una región turista y tiene ciertos ingresos, pero no es así en otros espacios donde la pobreza, la desolación, la falta de una dinámica económica y el hambre son cotidianos, como es el caso de Tetlama.
Los que se oponen al proyecto de inversión de la mina canadiense tienen sus argumentos, algunos muy válidos si fueran completamente ciertos, pero dónde no he visto un solo atino, es en el ámbito científico, donde, a diferencia de otros proyectos – y hay que decirlo– los canadienses si han resuelto todas las dudas y tienen las respuestas para todo.
Muy probablemente, lo que faltaría, es que esos grupos opositores a la mina de Tetlama se atrevan a debatir con los científicos, para terminar de una vez por todas con los argumentos mal sanos, la falacias y las mentiras completas que existen alrededor de este proyecto.
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