El morelense Rabindranath Salazar Solorio, nombrado este lunes subsecretario de Gobernación, debe saldar la deuda que tiene con Morelos, con su partido y sus seguidores. A nadie le ha beneficiado, mas que a é y a su familia, las posiciones que ha obtenido, y esta ocasión, no va a ser la excepción. ¿De que le sirve al estado tener a un morelense como Rabín en una posición de privilegio? Hasta el momento nos ha demostrado que nada.