CUERNAVACA, MOR.- Pese a que la Diócesis de Cuernavaca ordenó – desde el inicio de la pandemia– medidas estrictas para evitar contagios y diseminación del virus Covid-19 entre ministros de culto y feligreses, un total de once sacerdotes han sufrido el mal y sólo uno ha fallecido a consecuencia de las complicaciones del coronavirus.
Tomas Toral Nájera, vocero de la jerarquía católica del estado de Morelos, aseguró que las restricciones sanitarias implantadas desde marzo de 2019 por el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, aún a días de iniciar la Semana Santa, permitieron reducir al máximo los contagios entre los miembros de la Iglesia católica en la entidad y entre la feligresía.
Indicó que sólo el caso del presbítero de Xochitepec, Valdemar Quiroz Rivera es el único deceso registrado hasta el momento, el resto de los sacerdotes infectados en los diez meses que ha durado la pandemia se han recuperado casi totalmente, abundó.
Informó que a pesar de que el semáforo epidemiológico ha variado varias veces del rojo al naranja, luego al amarillo y de regreso al rojo, la indicación reiterada es que las misas programadas se realicen a través de plataformas digitales para evitar cualquier tipo de riesgo, y así ha sido desde el año pasado en el que también los oficios por la semana mayor se realizaron por internet.
Destacó que mientras las misas se realizan sin gente y a través de las redes sociales, en los horarios que no hay celebraciones, los templos permanecen abiertos en todo el estado de Morelos, “para que los fieles que deseen pasar al Santísimo, lo puedan hacer”.
Además, entre las medidas para evitar contagios y propagación del coronavirus, en las entradas de los templos y las oficinas se mantienen filtros sanitarios donde realiza la toma de temperatura y entrega de gel bacterial, además de que indica el uso obligatorio del cubrebocas y careas. También hay desinfección periódica de los espacios, añadió.