CUERNAVACA, MOR.- El precandidato del PRI a la presidencia municipal de Cuernavaca, Cipriano Sotelo Salgado rechazó tener vínculos partidistas o políticos con el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, su equipo de trabajo, incluso, con el Partido Encuentro Social (PES): “Fue mi cliente, me pagó y me regresé a mi despacho”, sostuvo.
A 24 horas de haber sido “destapado” como el contendiente del tricolor para recuperar la presidencia municipal de Cuernavaca para el tricolor, el abogado penalista, escritor y rector de una universidad de juristas aseguró que se inscribió para participar en el proceso electoral “para ganar”, y no sólo para tener una satisfacción personal o una línea más en el curriculum: “No soy comparsa de nadie”, abundó.
Cipriano Sotelo Salgado, abogado prestigiado en el estado de Morelos, lideró en muchos momentos la estrategia jurídica que soportó a Cuauhtémoc Blanco cuando fue presidente municipal y durante la campaña electoral de 2018, la cual le permitió no sólo llegar a gobernar Cuernavaca, sino también mantenerse como alcalde. Incluso, se le mencionó para ocupar cargos trascendentales en el entonces inicio del gobierno del ex futbolista. La posición de la que estuvo más cerca fue la secretaría de Gobierno.
En entrevista, el jurista reconoció que actualmente mantiene una relación de respeto y personal con el mandatario estatal, no obstante, ello no quiere decir que comparta su proyecto político o que forme parte de una estrategia para favorecer las expectativas electorales del Partido Encuentro Social (PES) del cual Blanco Bravo es integrante.
Con respecto a su candidatura por el PRI, Sotelo Salgado reconoció que buscó a otros partidos partidos políticos para impulsar su aspiración de gobernar Cuernavaca, sin embargo, ningún instituto político le permitió participar, sólo el tricolor que le abrió las puertas en su carácter de ciudadano.