CUERNAVACA, MOR.- El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo aseguró que ya no hablará más de su antecesor, Graco Ramírez Garrido Abreú ni de las presuntas irregularidades de carácter federal que cometió durante su administración, porque ya todo lo que tenía que decir ya lo declaró ante las Ministerio Público.
«»Lo hecho hecho está», subrayó el ex seleccionado nacional, al recordar que el perredista está incluido en la denuncia que interpuso la semana pasada ante la Fiscalia General de la República (FGR) y donde también se incluyeron otros actores políticos por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, por lo que ahora son las autoridades las que deben determinar.
De visita a la colonia Universo de Cuernavaca a la que acudió para inaugurar la pavimentación de varias calles, Blanco Bravo insistió que no está peleando con nadie, y prueba de ello es que acudió a dicha zona acompañado del alcalde de Cuernavaca, José Luis Uriostegui, quien llegó al poder a través del PAN.
«Yo lo que tuve que declarar, ya lo declaré», afirmó Blanco Bravo al destacar que en Morelos el ex gobernador también tienen denuncias, al igual de varios de sus ex colaboradores, sin embargo, estas no avanzan debido a «los favores» que recibe el ex gobernador por parte del Fiscal Anticorrupción, Juan Salazar Núñez quien junto con el Fiscal General de Justicia, Uriel Carmina Gándara fueron «sembrados» por el perredista antes de dejar el gobierno para evitar que sea investigado.
Graco Ramírez fue «muy vivo», y dejó a los Fiscales para gozar de protección, «no le han hecho nada aqui», insistió.
«Esperamos que el Fiscal Anticorrupción lo valore. Si ama a su profesión, si realmente quiere ser reconocido tiene que reaccionar sobre todas esas denuncias que se han hecho», aseveró.
