CUERNAVACA, MOR.- Sin movimiento, visitas de grupos de militantes y cerradas prácticamente todos los días, la solitaria sede del PRI en Morelos es el reflejo de la crisis interna que el tricolor enfrenta en todos sus renglones en el estado de Morelos.
Bajo el argumento de que las autoridades electorales locales recortaron a cero la entrega de prerrogativas, según el propio presidente estatal, Jonathan Márquez Godinez, en PRI bajó prácticamente la cortina, y prefiere acudir a otros estados que ocuparse del propio.
La actividad priísta se ha reducido casi a cero, por lo que dejó de pagar salarios desde diciembre pasado, y mantiene a medio sueldo a un puñado de trabajadores que laboran 15 días si y 15 días no.
A decir de Márquez Godínez, las prerrogativas oficial del PRI son “retenidas” por multas del órgano electoral estatal quien sería el responsable de que el
Tricolor deje de recibir más de 200 millones al año, algo así como 247 mil pesos mensuales, según datos del órgano electoral estatal.
En cambio, el Márquez Godinez mantiene una actividad constante, pero lejos de Morelos, junto al presidente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, quien enfrenta el peor descrédito que un dirigente priísta ha enfrentado nunca en toda la vida institucional del tricolor.
Aún así, Márquez Godínez aparece junto él, usa las redes sociales priístas para promoverlo y a veces también las usa para postear alguna “actividad” priista como es la recepción de sus familiares en las oficinas estatales.
En el Congreso del estado, el coordinador parlamentario, Eliasib Polanco Saldivar, también incondicional de Alejandro Moreno, se convirtió en bisagra de negocios y acuerdos políticos que reporten ganancias inmediatas: por ejemplo fue el
Impulsor del “Fondo” de Bienestar que buscaba entregarle a los diputados diez millones de pesos a cada uno para “hacer obra” en sus municipios ó generar las condiciones para que fuera nombrado diputado sustituto Roberto Yáñez Moreno, tras la muerte de éste y sin reunir las condiciones legales para ello.
22 años en el ostracismo
Si bien es cierto que las condiciones de deterioro, descrédito y desvinculación social son las peores en este momento, el declive del PRI local no es reciente, pero su paulatino.
El resultados de las elecciones presidenciales de 1988 que en Morelos perdió el PRI junto a su candidato Carlos Salinas de Gortari. El ganador casi absoluto en la entidad fue Cuauhtémoc Cárdenas y el Frente Democrático Nacional (FDN).
Las siguientes dos elecciones presidenciales (1994 y 2000) también fueron contrarias al PRI. De nueva cuenta Cuauhtémoc Cárdenas se impuso totalmente y en el 2000 la ola azul terminó por sepultar al PRI, pues además de que Vicente Fox arrasó en Morelos, el PAN sacó de la gubernatura al PRI.
Desde entonces, el Tricolor no sólo ha perdido terreno y elecciones. Ya perdió cuatro veces la gubernatura, la totalidad de los diputados de mayoría, y en la actualidad solo gobierna en dos de 36 municipios, mientras que su fracción parlamentaria apenas está conformada por dos legisladores plurinominales: el número de diputados locales más reducida en su historia.