BUENOS AIRES (LPO).- Cristina Kirchner planea reaparecer en la escena política argentina el próximo viernes durante un acto del sindicalismo peronista, un sector con el que tuvo duros enfrentamientos durante su segundo mandato. Es el primer paso para la construcción de su candidatura presidencial para el año próximo, que por ahora la ex mandataria juega a negar.
El gobierno de Macri afronta serias dificultades económicas y la ex presidenta con una interesante dosis de cinismo y habilidad política eligió mantenerse en un discreto segundo plano, para que la discusión del oficialismo sea con la sociedad y no vuelvan a utilizarla para polarizar.
Pero ese silencio estaría a punto de terminarse si a fines de esta semana se confirma que encabezará un acto en el sindicato de mecánicos (Smata), un sector del tradicional “movimiento obrero” del peronismo.
Se sabe que a Cristina le gusta jugar al misterio y no anticipar sus movimientos políticos, por lo que todavía no confirmó oficialmente su presencia plenario que el sindicato de mecánicos automotrices llevará a cabo en la localidad bonaerense de Cañuelas, donde gobierna el kirchnerista Gustavo Arrieta.
Lo más importante del acto es el lugar y los anfitriones porque marca un intento de recomposición de Cristina con los sindicatos peronistas, que ya había iniciado meses atrás al distender el conflicto con el líder camionero Hugo Moyano. Es parte de un proceso de potenciación de su fuerza política, con el objetivo de ganarle a Macri en la primera vuelta del 2019. No es el único.
Cristina cree que si no mejora en la provincia de Buenos Aires (la más populosa de Argentina) y en la denominada zona núcleo, que concentra las provincias de Córdoba, Entre Ríos y santa Fe, se le hará difícil vencer a Macri en un escenario que estima volverá a polarizarse como en el 2015, cuando el actual presidente derrotó a su malogrado delfín, Daniel Scioli.
La foto del acto junto a Raúl Pignanelli, líder de los mecánicos de la Argentina, es para Cristina una pequeña venganza. Este sindicalistahabía demostrado mucho entusiasmo en el inicio de la gestión de Macri, cuando prometía un importante crecimiento de la industria y la apertura de los mercados. Sin embargo, el proceso inflacionario los golpeó muy fuerte y el sector entró en un clima de malestar que se tradujo en un acercamiento a Cristina.
En paralelo, cerca de la ex presidenta explicaron a LPO que su estrategia hoy tiene que ver con “restablecer vínculos perdidos” y suturar viejas diferencias con históricos sindicalistas del peronismo. Cristina busca volver sobre la base histórica del partido -los poderosos sindicatos peronistas-, al igual que Lula Da Silva en Brasil, que hizo base en el sindicato de metalúrgicos de ABC en San Pablo.
La estrategia de Cristina, que sumó a los intendentes peronistas bonaerenses y tiene a su núcleo duro del Conurbano, es retomar el diálogo con algunos sectores, entre los que faltan algunas piezas claves como los gobernadores y el apoyo de los sindicatos, que ahora empezó a buscar.