Con información de Héctor Rangel / El Regional del Sur
Cuernavaca, Mor.- Junto al abultado expediente con el que la Fiscalía General de la República (FGR) recibirá a Rosario Robles Berlanga, extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) este jueves, en un juzgado federal del Reclusorio Sur de la Ciudad de México, por las múltiples acusaciones dentro de la llamada “Estafa Maestra”, el Representante Social tiene preparada una carpeta paralela por un fraude cometido a través de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), de Alejandro Vera Jiménez.
Se trata del pago de 77 millones de pesos a la Máxima Casa de Estudios de nuestra entidad, para el levantamiento de encuestas a aplicar, presuntamente, a más de 6 millones de personas, pero de las cuales sólo fueron en realidad realizadas 1 millón 48 mil 575.
Este fin de semana, el diario Reforma dio a conocer que el contrato de ese servicio se firmó el 1 de septiembre de 2014, entre la Sedesol (ahora Secretaría del Bienestar) y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, encabezada entonces por Alejandro Vera, actual director general del Consejo de Ciencia y Tecnología de Estado de Morelos
El esquema comparte las características de los desvíos que se realizaron en la Estafa Maestra: la Secretaría federal contrataba a una universidad para la realización de un supuesto estudio; el centro educativo, a su vez, subcontrataba a alguna empresa para el mismo propósito (la gran mayoría de las cuales eran definidas por la autoridad federal, eran “fantasma” o nada tenían que ver con el rubro); ésta se llevaba la mayor cantidad, mientras que las casas de estudio se quedaban con un porcentaje menor, lo que significaba su presunta ganancia, como “recompensa” por su participación.
El contrato en cuestión, signado entre las partes, implicaba que, además del levantamiento de la encuesta, la UAEM también se encargaría de verificar la información y datos personales de los beneficiarios en 6 entidades: Estado de México, Chiapas, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Veracruz.
Según el diario, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) revisó ese convenio, y encontró que de los seis millones 700 mil 164 beneficiarios que debieron ser encuestados, únicamente un millón 48 mil 575 fueron entrevistados, lo que representa 15.6 por ciento. Pese a que prácticamente el 85 por ciento de lo pactado no se realizó, el total fue pagado el 8 de diciembre de 2014,La investigación de la ASF, según la misma fuente, identificó que el 28 de noviembre de 2014, la institución educativa subcontrató los servicios con la empresa Grupo Industrial y Servicios Yafed, por 73 millones 160 mil pesos.
Así, la FGR investiga a la extitular de la Sedesol, al exoficial mayor, Emilio Zebadúa, al exdirector general de Programación y Presupuesto, Francisco Javier Báez Álvarez, al excoordinador de Delegaciones, Simón Pedro de León Mojarro y al ex director de Geoestadística y Padrones de Beneficiarios, José Antolino Orozco Martínez, en el plano federal.
Denuncias penales contra la UAEM
En agosto de 2018, El Regional dio a conocer que la ASF había iniciado 7 denuncias penales por el desvío de mil 65 millones de pesos (mdp), recursos relacionados con contratos entre la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en 2013 y 2014, bajo la tutela de Robles Berlanga, y la UAEM, de Vera Jiménez.
En los 7 casos (4 en 2013 y 3 en 2014) el ente auditor comprobó la comisión de distintas irregularidades, de manera constante, en un esquema de dispersión de dinero, bajo los mismos patrones de actuación ilegal, mayoritariamente con empresas “fantasma”.
El resumen de estas acciones, encabezadas por la Sedesol de Robles y la UAEM de Vera, fue presentado por la ASF de la siguiente manera:
– Se contrataron bienes o servicios a través de universidades públicas; en el caso de estas 7 denuncias penales, la UAEM.
– La Universidad morelense, a su vez, en la mayoría de los casos, subcontrató a diversas empresas, las cuales:
(1) no existen,
(2) su objeto social no tiene relación con la actividad para la que fueron contratadas, o
(3) se constituyeron de manera repentina, aparentemente, sólo con el fin de adjudicarse estos contratos.
