A propósito del nombramiento de Jorge Meade Ocaranza como presidente provisional del PRI en Querétaro, en su calidad de delegado general de ese partido, vale la pena recordar que así como es uno de los priistas más sólidos que hay en Morelos, también es cierto que a pesar de sus años en el partido, en la entidad no ha podido consolidar su mayor aspiración: ser gobernador.
Pese a ello, desde mi óptica, aún cuando sus detractores opinan lo contrario, Meade es de los pocos con historia suficiente para volver a ser candidato a la gubernatura como lo fue en 2018, y lo que haga en Querétaro se le sumará a su cadena de labor que ha tenido al servicio del comité nacional y sus aspiraciones para la intermedia.
Por lo pronto, en lo que respecta a su labor partidista, Meade ha entregado buenas cuentas cuando se le ha encargado la representación y dirección partidista por el comité nacional de su partido, donde también ha sido diputado local y federal, presidente estatal y secretario general, líder juvenil, etcétera
De las más de 15 veces que ha sido delegado del PRI en otros estados, en todas ha ganado las elecciones, ha recuperado ciudades tradicionalmente en manos de otros partidos, y ha encauzado, hasta en dos ocasiones, a candidatos a la gubernatura.
A saber: desde su juventud Jorge ha representado al CEN en varios estado y así lo ha venido haciendo hasta su madurez. Meade ha estado en Tabasco, Guanajuato, Baja California Sur, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Guerrero y ha sido delegado regional en dos ocasiones, donde representa al PRI en dos o mas estados y es jefe de delegados estatales, entre otros lugares.
Sólo por recordar, en Baja California Sur logró con el PRI el ascenso del último gobernador priista que ha tenido ese estado: Guillermo Mercado Romero. En Durango, empujó y generó las condiciones para que el PRI ganara las elecciones a la guberntaura, por cierto, los dos últimos también de origen tricolor. Primero Ismael Hernández Deras –hoy líder nacional de la CNC- y Jorge Herrera Caldera.
En Durango, también como delegado nacional, el PRI logró recuperar la capital, que durante varios trienios ocupó el Partido del Trabajo (PT).
En Querétaro le corresponderá llamar a una nueva elección de comité estatal, reestructurar el priismo local y buscar el regreso del PRI a los primeros planos en ese estado, donde -incluso- figuras nacionales como Fernando Ortíz Arana -un viejo conocido en Morelos- han sucumbido frente a otros partidos, como el PAN, principalmente.
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