¿Qué falta ahora? Pues que el gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo termine por dar color en el tema, ya que existe la percepción en el gobierno federal como del lado de la empresa, de que la administración del ex seleccionado nacional, no ha tenido el suficiente interés para sumarse a la dinámica que Esperanza Silver de México ya trae desde hace un par de años, de forma más consistente.
Las señales del gobierno federal para que Morelos se incorpore de lleno a los estados mineros del país, son muy claras, y yo diría que hasta apremiantes.
No ha sido una ni dos veces en las que el subsecretario de Minería de la Secretaría de Energía del Gobierno Federal, Francisco Quiroga, desliza abiertamente y en medios locales como nacionales, la disposición de la administración de Andrés Manuel López Obrador, no sólo a prohijar el desarrollo minero en el país, sino también acompañar el proceso para que la disposición con la que cuentan, se convierta en un circulo virtuoso donde no sólo ganen las empresas, también las comunidades, sin afectar al medio ambiente.
Contrariamente a lo que agoreros del desastre apostaban, el gobierno emanado de Morena no se opondrá a la inversión extranjera en el tema de la minería que garantice respeto a la ecología y a las comunidades, y de paso echa por la borda aquella versión de que el gobierno de López Obrador quiere acercarse al socialismo y al proteccionismo a ultranza de los bienes nacionales.
México, involucrado desde hace décadas en la economía de libre mercado, estaría suicidándose si su gobierno impulsara una barbaridad económica de esa índole. Qué bueno que no es así.
Es por eso que las declaraciones de Quiroga son aún más trascendentes, pues las condiciones no pueden ser mejor para que el proyecto de la minera Esperanza Silver de México termine por asentarse en Tetlama (municipio de Temixco), ya no por el impulso que le da el gobierno federal para potencialidad las economías regionales, sino también porque el dinero que trae la empresa canadiense no es menos (alrededor de 450 millones de dólares) y los empleos que fomentará directamente (seis mil) permitirá que Morelos pueda encontrar cierto respiro tras varios años de constantes debacles económicas, la última, ocasionada por la pandemia de Covid-19.
¿Qué falta ahora? Pues que el gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo termine por dar color en el tema, ya que existe la percepción en el gobierno federal como del lado de la empresa, de que la administración del ex seleccionado nacional, no ha tenido el suficiente interés para sumarse a la dinámica que Esperanza Silver de México ya trae desde hace un par de años, de forma más consistente.
Valdría la pena que la secretaria de Economía y Trabajo del gobierno de Morelos, Cecilia Rodríguez termine por dar color para amarrar y conducir la inversión canadiense, y deje un poco de lado “temitas” que no dan ni para la nota de medios locales. Urge que Rodríguez encamine al gobernador de Morelos a visualizar y dimensionar el proyecto que tienen enfrente y que puede convertirse, en muchos sentidos, en el trasatlántico que se espera en medio de un mar embravecido. ¿Qué falta?
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