CUERNAVACA, MOR.- A 49 días del terremoto del 19 de septiembre que los obligó a dejar sus departamentos, los inquilinos del legendario edificio Casa Latinoamericana aún ven lejano el dia de poder dormir otra vez en su casa porque aún penden más de cien toneladas de escombro que podrían ocasionar mas daños que el propio sismo.
José Antonio Gumler Vieyra, tesorero y responsable de facto de la administración del inmueble ubicado en el centro de Cuernavaca, aseguró que la desesperación, la depresión y la ansiedad han hecho presa a los inquilinos del lugar, la mayoria, personas de la tercera edad quienes abandonaron abruptamente sus pertenencias y la vida de aparente tranquilidad que llevaban.
En rueda de prensa convocada para este miércoles, Gumler Vieyra afirmó que pese a las peticiones a las autoridades de todo nivel, ninguna le ha dado respuesta y el apoyo que se requiere para deshacerse del escombro, no llega.
El sismo de intensidad 7.1 del pasado 19 de septiembre derrumbó la torre de cinco pisos que daba característica a este inmueble emblemático desde los años 50. Cientos de toneladas de escombro cayeron sobre los departamentos centrales, sobre el lobby y sobre una ruta de transporte colectivo.
En el lugar murió una persona y dos mas fueron rescatadas de los escombros. Por la hora del terremoto, mas del 50 por ciento de los 63 departamentos no estaban ocupados por sus inquilinos. Los escombros cayeron hasta la calle, y aun cuando esa noche y días subsecuentes se efectuó la remoción de escombro, las toneladas que quedaron en la partw superior, siguen ahí.
Los inquilinos no pueden regresar a sus casas pese a que un estudio ya indicó que hay daño estructural, pero los escombros que quedan amenazan con derrumbar dos pisos y con ello, ahora si afectar todo el inmueble: tienen casa, tienen dictámenes , pero no pueden entrar.
De 300 a 500 mil pesos
Gumler Vieyra informó que ante las circunstancias y la urgencia de regresar a sus casas, han buscado retirar el escombro por su cuenta pero el costo es el impedimento más grande.
Según los presupuestos solicitados, los costos de remoción de las toneladas de escombro que aún quedan, ascienden de 300 a 500 mil pesos, los cuales resultan impagables. Recordó que antes del terremoto, en caja existían 53 mil pesos para cualquier contingencia, pero más de 30 mil fueron gastados en la realización de peritajes particulares, ya que los oficiales no eran consistentes o concluyentes.
Explicó que aún esperan respuesta de las autoridades, sin embargo, no descartó que se tomen otras medidas, mientras tanto decenas de personas, muchas de ellas de la tercera edad viven en hoteles, con amigos, tuvieron que rentar un departamento o, loq ir no tienen posibilidades, han ocupado el estacionamiento para dormir.