CUERNAVACA, MOR.- El líder del Movimiento por la Paz y Justicia con Dignidad, Javier Sicilia Zardain, fue increpado por familiares de seis hombres que se encuentran presos por el homicidio de Juan Francisco Sicilia Ortega -hijo del también poeta y escritor- y siete personas más, a quien le exigieron intervenir para lograr sus liberación porque “son inocentes”.
En medio de una rueda de prensa del Frente Amplio Morelense (FAM), donde se anunciaba una mega marcha a la Ciudad de México, Sicilia recibió las recriminaciones de madres y esposas de los ex trabajadores del bar “Obsseción” por no incidir a favor de sus familiares, quienes fueron detenidos dentro de las indagatorias del homicidio de Juan Francisco y seis de sus amigos el 28 de marzo de 2011, y quienes son inocentes -según dijeron-, por lo que exigen se concluya el caso se otorguen sentencias o, en su caso, sean liberados.
Cuando el rector de la Universidad Autónoma del estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez anunciaba que varios actores sociales y organizaciones marcharán a la Ciudad de México, a la secretaria de Gobernación, para solicitar la intervención del gobierno federal para frenar en la entidad el “deterioro político, económico y social” que prevalece, las mujeres llegaron por enfrente de la mesa y también se colocaron junto al poeta para gritarle y exigirle que ayude a sus familiares.
José Mario Valencia Escobar, Manuel Ávila Moyao, Mario Omar Aguilar Jaramillo, José Carlos Casarrubias Raymundo, Feliciano Ramírez Mosso y Javier Aleman Díaz, fueron detenidos el 30 de mayo de 2011 en el bar referido, que se encuentra en la colonia Huauchiles del municipio de Jiutepec. De acuerdo con la indagatoria del caso, ellos formaron parte del grupo que colaboró para que Sicilia y sus amigos, fueran ubicados, asegurados y llevados a una casa cercana, donde fueron torturados y asfixiados.
Según las autoridades, Los hombres detenidos en penales de Veracruz y Sonora, son parte de más de una veintena de hombres encarcelados por su participación, en diversos matices, en el homicidio de Sicilia y sus amigos. Entre los asesinos materiales e intelectuales que figuran Jesús Radilla Hernández “El Negro”, jefe de la célula criminal autodenominado cartel del Pacífico Sur (CPS) y José Luis Luquín Delgado “El Jabón”, uno de sus lugartenientes de Radilla.
De acuerdo con Eloisa Rivera, Dulce Esmeralda Vázquez y Josefina Escobar, esposas de Manuel Ávila Moyao, y José Carlos Casarrubias y madre de José Mario Valencia, sus familiares no participaron en los homicidios, y aseguraron que “sus familiares son inocentes, ya que en los expedientes del caso se mencionan, uno a uno, los detalles de quienes intervinieron y cómo en la muero del hijo de Sicilia”.
Según los reclamos de las mujeres, Sicilia ha sido ausente en la petición de liberación y justicia contra sus familiares, por lo que le exigieron que “así como pide justicia y apoya a otras personas, apoye a nuestros esposos y e hijos”, le gritaban.
En primera instancia el poeta trató, en un diálogo, de hacerles entender que no tiene facultades para promover la liberación de estas personas, pero ante la falta de atención de las inconformes, optó por separarse de la mesa para intentar dialogar con ellas. Este fue el diálogo público que protagonizaron:
— Si, pero yo no estoy persiguiendo a nadie. Esto s sigue de oficio…
— (gritos)
— A ver, díganme qué quiere que haga…
— Queremos… (no se entiende)
— Por eso, la justicia vaya a pedirla a las instancias de justicia, no conmigo.
— A usted le hacen mucho caso…
— Por eso, ya reconocí, ya fui, y dije: “revisen esos casos”. No tengo más poder.
— (gritos)
— Bueno, pues si usted piensa eso, ¿qué quiere que haga?