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Licencia de “Attico” sobrevive gracias al tráfico de influencias

 

 

CUERNAVACA, MOR.- El centro nocturno “Attico” –donde el pasado 29 de septiembre fue asesinado un joven por Jorge Muñoz Sierra, “El Negro”, recientemente capturado–, mantiene su licencia de funcionamiento pese a las diversas solicitudes para revocarla de forma definitiva, la cuales han sido ignoradas –hasta el momento- por la comisión Dictaminadora de Licencias Relativas a la Venta y/o Consumo de Bebidas Alcohólicas del ayuntamiento capitalino.

Dos solicitudes de la secretaría de Turismo y Desarrollo Económico, una más de la secretaría de Gobernación (SEGOB) y otra mas de la familia de Israel Hernández, quien fue asesinado al interior del bar por Muñoz Sierra, –quien no sólo permanecía armado dentro del lugar sino que fue ayudado para cometer la agresión contra Israel Hernández de 23 años y para huir también–, han sido desoídas por la comisión respectiva, que es la única facultada para revocar definitivamente la licencia de funcionamiento, según la ley orgánica municipal.

En un comunicado del gobierno municipal, se puso énfasis en dicho caso y en la desatención de la comisión correspondiente: “Dicha comisión hasta el momento no ha sesionado ante lo que pudiera constituirse en una omisión, dado la importancia de este tema”, refirió en el despacho noticioso.

De acuerdo con Juan Pons Díaz de León, secretario de Turismo y Desarrollo del ayuntamiento de Cuernavaca, dos días después del hecho en el bar, la dependencia pidió a dicha comisión la primera revocación de la licencia definitiva como parte del procedimiento de investigación, pues aún cuando el lugar está cerrado, la licencia está latente y podría volver a funcionar.

La segunda ocasión fue cuando la familia Hernández, pidió formalmente y por escrito al Ayuntamiento – a través del abogado, Enrique Paredes Sotelo—no sólo mantener la clausura del sitio, sino la revocación de la licencia para que el lugar no reabriera aún cuando fuera con otro nombre, confirmó el jurista.

Ese nuevo documento obligó a Pons Díaz de León a enviar el documento a la comisión Dictaminadora de Licencias Relativas a la Venta y/o Consumo de Bebidas Alcohólicas que preside el regidor Eduardo Bordonabe Zamora, con ello, una nueva solicitud para que se procediera: A casi dos meses de los hechos, el concejal no ha llamado a sesionar a los integrantes de ese colegiado.

Posteriormente, el pasado 23 de octubre, la secretaria de Gobernación, a través del oficio UEFCEF/214/2333/2017 de la Unidad de Enlace Federal y Coordinación con Entidades Federativas, pidió al Ayuntamiento la atención al caso y la revocación de la licencia referida. La documentación fue turnada a la comisión de Bordonabe, sin que tampoco haya causado algún efecto.

Bordonabe y “Attico”

La relación entre el presidente de dicha comisión, Eduardo Bordonabe y el abogado Gibran Haro, representante legal de los propietarios de “Attico”, se ubica en el centro de este tema, ya que ello parece ser el dique que impide que se concrete el procedimiento de cancelación definitiva de la licencia del antro.

Ambos, Bodonabe y Haro han tenido intereses personales, económico y políticos desde hace tiempo, al menos, los últimos dos años, ya que forman parte del grupo político que encumbró a Blanco a la alcaldía de Cuernavaca y del que el ex futbolista se divorció tras acusarlos de distintos actos corrupción, lo que derivó en diversas acciones legales contra los hermanos Julio y Roberto Yáñez, el primero hoy presidente del PSD y el segundo, primer secretario de Gobierno de Cuauhtémoc.

Tras el rompimiento, Bordonabe como presidente del PSD, Roberto y Julio Yáñez como los generadores del supuesto contrato de seis millones de pesos con Cuauhtémoc Blanco, iniciaron acciones legales contra el alcalde en donde Haro es su abogado.

Así, mientras las solicitudes formales y sociales para que “Attico” pierda su licencia de funcionamiento de manera definitiva se estrellan en la apatía de la comisión de alcohol del Ayuntamiento de Cuernavaca, Haro mantiene una ofensiva legal para que el antro se desligue de cualquier responsabilidad en los hechos del 29 de septiembre.

En reciente entrevista, Haro –cuestionado sobre la seguridad del antro propiedad de sus clientes-, no sólo confirmó que no había protocolos de revisión en el lugar, lo que permitió el ingreso de Muñoz Sierra armado, declaro que: “Y no cuenta con detectores de metal porque no es obligación ni es obligatorio por parte de ninguna empresa tenerlos”, por lo que de volver a abrir, así se mantendrá.

 

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