CUERNAVACA, MOR (David Monroy).- El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro llamó a los morelenses a evitar que se pierda la paz y la tranquilidad “a la que todos tenemos derecho”, al asegurar que todos los habitantes del estado deben ser responsables para incidir en el abatimiento de los índices de seguridad, la violencia o la crisis política.
Al encabezar una nueva Marcha por la Paz, a la que fueron convocados católicos y no católicos, así como diversas autoridades o representantes populares como el alcalde de la ciudad, Cuauhtémoc Blanco y legisladores del PRI y PAN, Castro Castro aseguró que el estado de paz y tranquilidad “no debemos dejar que se esfume o de evapore, porque tenemos una gran responsabilidad con las generaciones emergentes y con nuestras propias familias”.
En su discurso el prelado también se refirió a los casos de Tetelcingo y Jojutla, donde la autoridad y organizaciones sociales han localizado casi 200 cuerpos o restos humanos que fueron enterrados de forma irregular en fosas comunes, por lo que exigió cese la impunidad y la protección para los responsables.
“Tenemos la firma impresión que la paciencia de nuestro pueblo está llegando a su límite. Hay mucha desilusión. Tras el engaño del que somos víctimas crece la conciencia y la necesidad del reclamo”, aseveró al referirse también a la crisis económica estatal.
La Marcha por la Paz de este sábado, es la tercera de estas movilizaciones a lo largo de los últimos tres años. De acuerdo con cifras proporcionadas por la Secretaria de Seguridad de Cuernavaca, el número de asistentes fue calculado en alrededor de ocho mil personas.
En su larga exposición, Castro Castro recriminó al gobierno federal que hayan “dejado solos” a los morelenses, al indicar que mientras lss autoridades locales quieren mantenerse ciegos ante la descomposición social y los graves problemas que prevalecen, la federación permanece omisa “y en ocasiones nos trata como moneda de cambio”.
Además del tema de inseguridad y violencia, el prelado también se refirió a los matrimonios entre parejas del mismo sexo que ya son legales en Morelos, y arengó a los asistentes a rechazar “otras formas de familia” porque “No necesitamos nuevos modelos de familia, sino fortalecer el que Dios nos ha dado”.
