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POLÍTICA / POLÍTICA: El hijo del general en su laberinto

Una frase Garciamarqueziana se refiere a un general en su laberinto y ya que de generales hablamos podríamos llamar estas líneas, el hijo del general en su laberinto, ¿Por qué? Pues porque ya que entre generales andamos, tenemos que Graco Ramírez, es hijo de general y se metió encarrerado en un laberinto, donde lo llevo lo que el creyó que era un vendaval de popularidad. En este, su laberinto, cada pared es un enemigo que ha creado o la espalda de alguien que fue su amigo.

No fue difícil para Graco Ramírez creerse en lo más alto de la cresta de una de las grandes olas que se mueven siniestra y cadenciosamente hacia el 2018. Empezó antes que todos, dio el madruguete con una carísima y extensa campaña de publicidad y viajes de proselitismo, espectaculares en toda la república, en camiones, viajes y, sobre todo, las interminables rondas en los principales, y hasta en los de medio pelo, programas y noticieros de radio y televisión, amén de una muy difundida campaña en la prensa escrita.

Y es en este punto donde los políticos pierden el piso y empiezan a flotar, porque además están rodeados de sí señor, lo que usted diga señor, que chingon es usted señor, señor va a ser usted el próximo presidente de la república y si el “señor “pregunta ¿Qué horas son?, le responden servilmente ¡las que usted diga señor! Graco Ramírez no es el primer caso en sucumbir a las hipócritas zalamerías de sus criados y aduladores y en creerse que lo que dice y lo que declara en prensa, radio y TV es verdad. Han caído en este síndrome de prócer de la patria, muchísimos más que él, lo hemos visto sexenio tras sexenio.

Pero Graco no calculo que no siempre iba a ir solo, que en la carrera él no era el único competidor y empezaron a salirle Mancera, Moreno Valle, Aureoles y

otros más que, tienen más popularidad que él y sobre todo, sobre todo, mucho más recursos que el para dominar y comprar medios y lo fueron dejando atrás, por más esfuerzos que hizo en alcanzarlos.

Pero su principal error fue picar aquí y picar allá, que con el PAN, que candidato independiente, que en coalición, que en frente único y todos contra el PRI. Primera consecuencia, su neoantipriismo beligerante hizo que Peña Nieto y Osorio Chong se distanciaron de el con grandes aspavientos. Y por andar queriendo hacer arreglos con todos en papel de salvador de la patria, ocasiono, como lo estamos viendo, que ya no sea la piedra angular de lo que se construye para tener un candidato que pueda derrotar al PRI en el 2018.

Finalmente, el descontento popular en Morelos, especialmente, muy especialmente por la inseguridad, por su terco apoyo a Alberto Capella, que le ha erosionado la popularidad de que gozo hace 5 años.

Ahora bien, no hay que menospreciar a Graco Ramírez, es un formidable contrincante político, inteligente, polémico, mañoso, hábil y oportunista y que a pesar de estar encerrado en el laberinto en el que se metió, yo no lo daría todavía por derrotado o sentado en la banca. Graco Ramírez es como si tuviera sacos con muchas mangas y puede sacarse un as o muchos ases de muchas de estas mangas.

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