CUERNAVACA, MOR.- Seis meses después de haber acudido al estado de México para asistir a la inauguración de un bar, el joven Fabián Tonatiuh Tlalpango Flores fue localizado enterrado clandestinamente, tras ser plagiado por un grupo de ex trabajadores del sistema judicial del estado de Morelos.
La víctima era hijo de la juez civil del estado de Morelos, Edith Flores y de un empresario de la ciudad de Cuernavaca, de cuya empresa salió Tonatiuh el pasado ocho de octubre, para no regresar más, y por quién sus captores exigieron la cantidad de tres millones de pesos para liberarlo, pero nunca permitieron que hablara con su familia.
La media noche de este martes 25 de abril, elementos policiacos y funcionarios de la Fiscalía General del estado de Morelos (FGE) y de la Procuraduría General de Justicia del estado de México, localizaron el cuerpo del estudiante de 22 años.
Con base en la carpeta de investigación SC/01/ 8571/2017, las autoridades del estado de Morelos turnaron un oficio de colaboración a sus similares del estado de México, para realizar una diligencia de ubicación del cadáver del Tonatiuh, quién en Morelos era buscado desde el pasado ocho de octubre, fecha en que fue plagiado .
Fabian Tonatiuh Tlalpango Flores, fue localizado enterrado a un metro de la superficie y de forma clandestina, en un predio baldío ubicado en la calle Camino Viejo a San Agustín, esquina calle Pemex, en el poblado de San Agustín, estado de México.
El cuerpo del joven estudiante de ingeniería civil del Tecnológico de Zacatepec fue reconocido por su madre cuando fue encontrado dentro de la fosa clandestina, sin embargo, fue trasladado a a los servicios forenses oficiales para practicarle a la necropsia de ley y proseguir con la investigación.
De acuerdo con información obtenida por otro lado, las autoridades lograron localizar el cuerpo de Tonatiuh por la versión otorgada por uno de los sujetos procesados por el plagio del joven.
La historia
Toantiuh fue visto por última vez el pasado ocho de octubre, cuando salió de la empresa de plantas tratadoras de aguas residuales de su padre, ubicada en la colonia Antonio Barona de la ciudad de Cuernavaca.
Sus progenitores sabían que el joven había sido invitado para asistir a la inauguración de un bar en el poblado de San Agustín, estado de México, a donde acudió. Desde ese lugar, habló con sus padres, cerca de la media noche de ese día.
Al día siguiente, sus captores llamaron a su familia para exigir la cantidad de tres millones de pesos por liberarlo, pero nunca le permitieron hablar con sus padres. Ahora se sabe que ya había sido asesinado.
Tras su desaparición sus padres, familiares y amigos de Tonatiuh activaron varias formas de búsqueda, principalmente a través de redes sociales y correos electrónicos.
Por el secuestro de Tonatiuh se encuentran bajo proceso tres sujetos, todos vinculados al sistema de procuración e impartición de justicia en el estado de Morelos, quiénes fueron los que invitaron al joven al estado de México.
El pasado diciembre, un juez penal del estado de Morelos vinculó a proceso a tres hombres: Jorge “N” oficial del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jonathan “N” notificador del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (TUJA) y Víctor Jaime “N”, Identificado también como auxiliar de Ministerio Público.
En la investigación se ha concluido, entre otras puntos, que la vinculación de Tonatiuh con estas personas fue por la labor de su madre en el Poder Judicial Estatal, ya que uno de los procesados, formó parte de su equipo de trabajo así como de otros jueves.
Cabe destacar que las autoridades tienen dentro de sus indagatorias dos datos más, que están siendo investigados: Hasta donde los procesados están vinculados y cuál es la naturaleza de esa relación con Carlos Axel “N” quien disparó hace unos meses contra un policía en una plaza comercial, pero también laboraba en el TUJA.
Otro dato que salta en la averiguación es que uno de los procesos es hijo del ex secretario de Seguridad Pública del municipio de Temixco, Raúl Valenzuela Farfán, quién fue impuesto en la posición pese a no haber acreditado los exámenes de confianza, y quién fue señalado de nexos y actividades lícitas en la Policía de Cuernavaca y en la Policía Judicial de Morelos a mediados de los 90, periodo de la primera época de “esplendor” del secuestro en el estado de Morelos.