CUERNAVACA, MOR.- Un socavón de más de veinte metros de ancho y más de diez metros de profundidad, partió en dos los carriles sur-norte del denominado “Paso Express”, donde murieron dos personas al caer con su vehículo en dicha cráter, que habría aparecido durante la madrugada de este miércoles, debido al reblandecimiento y movimiento de tierra generado por la construcción de la vía y las fuertes lluvias.
Juan Mena López de 66 años y Juan Mena Romero, su hijo, de 36 años, vecinos del municipio de Emiliano Zapata, murieron dentro de su vehículo marca Volkswagen Jetta color plata cuando cayeron a dicho agujero de donde fueron rescatados –ya sin vida- nueve horas después por los cuerpos de rescate y protección civil que requirieron de tres grúas y dos máquinas retroexcavadoras.
Alrededor de las seis de la mañana, el centro de emergencias del estado de Morelos, recibió la llamada de auxilio que reportaba que había aparecido un agujero en el Paso Express, donde habrían caído “varios vehículos”. Al arribar las autoridades policías y y de rescate, observaron que en el fondo del agujero se apreciaba un vehículo totalmente volteado y no se apreciaba si había personas en su interior.
“Sabemos que esta es cauce natural de la barranca, donde el agua que pasa por el lugar, hizo el trabajo de socavamiento y abrió un agujero donde cayó un vehículo”, indicó el director de Protección Civil municipal, Fernando Manrique Rivas, quien confirmó que el conductor del vehículo, Juan Mena Romero, logró hacer una llamada a su familia para alertarles que habían “caído a un agujero”.
Para las autoridades de Protección Civil municipal, el colapso del pavimento vino cuando el vehículo pasó por arriba, ya que abajo, el piso de tierra ya se había socavado.
Desde que se conoció del percance, las autoridades llegaron a lugar ubicado en el kilómetro 96+600 de la carretera México-Acapulco, a la altura de la colonia Chipitlán para iniciar las labores de rescate, por lo que de forma inicial bloquearon el paso de los carriles sur-norte de dicha vía, y posteriormente el flujo vehicular fue cancelado en su totalidad, lo que originó un severo caos vehicular en la zona sur de la capital del estado de Morelos.
Cuando llegaron los cuerpos de seguridad y rescate estatales y federales, el cráter alcanzaba los cinco o seis metros de ancho, sin embargo, era visible el agrietamiento del pavimento por lo que al final del rescate de los cuerpos –cerca de las cinco de la tarde- el agujero era mayor a los veinte metros de largo y unos 30 metros de ancho.
Por la mañana, en rueda de prensa, el gobierno del estado de Morelos, a través del Coordinador Estatal de Protección Civil (CEPC), Javier Bermúdez Alarcón, reiteró el llamado a las autoridades de la SCT atender las observaciones hechas al Paso Express desde el mes de abril, incluso, recodó que el año pasado, el area a su cargo también hizo observaciones a la dependencia federal como a la empresa Aldesa, responsible de la obra, para que atendieran deficiencias de seguridad encontradas en la misma zona donde ahora el piso se hundió.
“Pedimos que se atiendan todas y cada una de las observaciones a fin de evitar que sigan corriéndose riesgos, sobre todo ante el acercamiento del próximo periodo vacacional”, expresó.
Bermúdez Alarcón informó que tras un análisis de descarte de riesgos se decidió habilitar la circulación vehicular en el cuerpo B con dos carriles laterales a la altura del kilómetro 93+874. No obstante, exhortó a los automovilistas a utilizar vías alternas, ya que “si bien se habilitaron dos carriles laterales para garantizar la circulación en ambos sentidos, ésta se realiza de forma alternada y lenta”.
Cerca del medio día, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruíz Esparza arribó a la zona del derrumbe para supervisar los trabajos de rescate del vehículo que se precipitó al vacío, y ahí aseguró que el socavón tuvo su origen en el reblandecimiento de la tierra que sostenía la carretera, ya que una alcantarilla subterránea se tapó con basura y generó una masa de agua de más de ocho metros de altura.
Agregó en entrevista que el gobierno federal pugnará por el deslinde de las responsabilidades, y serán castigados quienes tengan culpabilidad en los hechos, aunque, al tiempo en que rechazó entablar un diálogo con decenas de vecinos que le cuestionaban tanto la actuación de la delegación de la SCT como del delegado de la dependencia, José Luis Alarcón, a quien señalaron como omiso.
Mientras tanto, la empresa responsable de los trabajos del Paso Express emitió un comunicado en el que lamentó la pérdida de la vida de los Mena, y tras ofrecer sus condolencias destacó su “coincidencia” en los puntos planteados por la SCT sobre el origen del socavón: el reblandecimiento de tierra derivado de la acumulación de basura en una alcantarilla subterránea, que originó que el drenaje se saliera de cause y erosionara la tierra que estaba debajo del Paso Express.
Los cuerpos de los señores Mena fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) donde se determinará la hora y la razón exacta de su deceso.
La historia negra del Paso Express
La historia de desgracias y conflictos alrededor del Paso Express, iniciaron casi al momento de que comenzó su construcción: Hace mas de dos años. Habitantes, representantes populares y autoridades auxiliares hicieron llamados constantes a la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes (SCT) para que revisarán la actuación de la empresa Aldesa y revisaran el proyecto, incluso, se modificara –en primera instancia- por la grave deforestación que generó el corte de más de cinco mil árboles.
Aunado a ello, legisladores como Javier Bolaños Aguilar, del PAN llamó a la SCT a tomar en cuenta que el trazo del Paso Express estaba generado accidente tras accidentes. Así, mostró que desde su construcción hasta 2016, el número de muertes llegaba a 131, cifra donde se incluye el deceso del hijo del entonces subsecretario de Gobernación, Vicente Gandía, además de cientos de personas que resultaron con algún tipo de incapacidad, como la hija del propio ex funcionario federal.
Además, la construcción del Paso Express dañó –documentadamente- decenas de casas que se encontraban a los costados del vía, y también provocó decenas de inundaciones de viviendas, residencias y el lago del parque-barranca Chapultepec, que debió ser remozado por el lodo que lo cubrió, que mató a miles de peces.
A lo largo de toda su construcción y de toda la vía, los afectados han documentado y protestado infinidad de ocasiones, y ante la omisión de las autoridades, han repetido las protestas, algunas de mayor urgencia como la más reciente del pasado tres de julio, cuando vecinos de Chipitlán y El Polvorín alertaron sobre otra afectación a las centenas ya contadas: la erosión de la tierra, justo debajo donde ahora se formó el socavón referido.