CUERNAVACA, MOR.- A 48 horas del rescate de los cuerpos Juan Mena López y Juan Mena Romero, quienes cayeron al socavón que se abrió en el Paso Express el pasado miércoles, Sergio Martínez, el dueño de la empresa donde ellos trabajaban, revela que hasta el último momento, familia y amigos albergaron “la esperanza de que estuvieran vivos”.
En entrevista exclusiva, el hombre que además de ser amigo y jefe de las víctimas, se ha convertido en las últimas horas en el contacto de la familia Mena con el exterior y con los medios, con el fin de sentir su luto lo más privado posible, aseguró que la duda que prevalecerá es si Juan padre y Juan hijo estarían vivos, si las autoridades los hubieran rescatado más rápido.
“Yo no soy especialista ni tampoco he hablado con alguno”, pero quizás ellos estarían vivos si la autoridad los hubieran rescatado más rápido, insiste don Sergio quién destaca que la principal paradoja de toda esta tragedia es que, al querer protegerse de la lluvia, ambos encontraron la muerte.
Juan padre y Juan hijo, trabajaban en la misma empresa de distribución de pollos y fabricación de embutidos. El primero entraba a las cinco de la mañana, y el segundo, a las siete. El primero acostumbraba usar su bicicletas para trasladarse y el segundo, una motocicleta. Sobre embargo, para evitar la lluvia, ambos se fueron en vehículo y, además, tomaron el camino menos accidentado rumbo a su trabajo, ya que llovía muy fuerte.
El WhatsApp
Sergio Martinez confirmó que la manera en que todos se enteraron de que habían sufrido un accidente, es porque uno de sus empleados recibo un mensaje de WhatsApp avisandole del accidente y que pedían apoyo.
Relató que uno de sus empleados de nombre Oswaldo Ramírez fue quién recibió el mensaje que los alertó, exactamente a las 5.35 de la madrugada. A partir de ahí, y no pudieron contactarlos.
Fiel a la petición de la familia, Sergio Martínez se niega a mostrar el chat referido y sólo proporciona la hora exacta, además de que parafrasea el mensaje de Juan hijo a su amigo y jefe inmediato, Oswaldo: “No mames! Nos vamos a un socavón. Ayúdanos wey!”.
El entrevistado reconoce que le sorprendió que Juan utilizará la palabra “socavón” en lugar de cualquier otra más coloquial.
A partir de que Oswaldo conoce del accidente, envía a otro trabajador de nombre Gabriel a buscarlos, pero como ya no contestan los mensajes ni las llamadas, fue difícil saber en dónde estaban y dónde estaba el agujero que mencionó Juan. “Nunca nos hubiéramos imaginado”.
Asfixiados
A partir de que Oswaldo, Gabriel y la novia de Juan hijo, Esmeralda Gómez dan aviso a las autoridades de la pérdida de las víctimas, el tiempo para rescatarlos en las mejores condiciones, comienza a correr en contra.
Cuando ellos cayeron al agujero y localizaron el punto, la ayuda habría llegado entre 20 y 35 minutos. Pero ellos, abajo, sufrían no solo la caída, sino el paulatino hundimiento del vehículo en la tierra, que confirme avanzó el día, terminó por sepultarlos varios metros.
De acuerdo con las primeras fotografías, cuando el vehículo cayó, se apreciaba volteado sobre la tierra, pero las fotografías y videos de los últimos momentos, nuestran que estaban totalmente enterrados, ya que la tierra están húmeda y en la parte inferior el agua había socavado el soporte, por lo que el peso del vehículo terminó por empujar todo hacia abajo.
La Fiscalía General del estado de Morelos (FGE), entregó a la familia los resultados de la necropsia practicada a ambos cuerpos, informó una fuente solvente de la dependencia.
Según la determinación final es que ambas víctimas murieron por “asfixia por sofocación con ausencia de aire respirable”, y que habrían estado vivos entre 90 y 120 minutos después de caer al socavón.
Las fuentes de la dependencia consultadas, indicaron que detalles sobre este punto sólo pueden ser dados a conocer por la familia.
Lo que viene
Sergio Martínez confió que la familia le ha pedido que se mantenga hasta el final de los temas, y el ha aceptado. Por lo que destacó que ahora el siguiente paso será recibir indicaciones de Soledad Romero y Sonia Mena Romero, esposa, hija y hermana de la víctima, sobre el camino que tomarán, ya que lo que está claro es que hay responsables que deben pagar ejemplarnente, y para ellos han aceptado el apoyo de la Fiscalía General del estado de Morelos y del Ayuntamiento de Emiliano Zapata.
Indicó que además del lado jurídico, el tema económico no podrá quedar de lado, por lo que apuntó que el tema de las indemnizaciones tendrá que verse a la brevedad, ya que ellos eran el sostén económico de su familia: don Juan sostenía a su esposa y su casa, en tanto que Juan hijo era el responsable de dos niños de cuatro y seis años.
Antes de concluir la entrevista, Sergio Martínez recuerda que Juan Mena López tenía la intención muy reciente de retirarse a la brevedad, incluso sin esperar cumplir los 60 años, porque “ya quería estar con su esposa”.
El entrevistado recuerda que ambos eran muy trabajadores. Don Juan era el responsable de la confección de embutidos de pavo, mientras que Juan hijo era chófer y repartidor. Ante la tragedia, dice que deberá contratar personal, aunque para ocupar la plaza que dejó Mena López, deberá preparar a alguien. Y mientras eso sucede, suspenderá esa parte de su negocio.
“Así era de importante”, subraya.
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