CUERNAVACA, MOR.- Jorge Toledo Bustamante, presidente municipal de Mazatepec, negó que haya dejado al cargo, pero aceptó que la posibilidad existe debido a las recientes circunstancias de inseguridad y riesgo que privan en su circulo inmediato y en la región, por lo que su salida definitiva la mantiene en análisis con su cabildo.
“Mi renuncia está sobre la mesa”, afirmó el también ex diputado local, quien reconoció que el asesinato de su secretario particular, David Santos recrudeció el ambiente que generó la distribución de un video donde aparece amagado por presuntos miembros de la delincuencia organizada, quienes le exigen un pago de cinco millones de pesos cuando llegue a la alcaldía de Mazatepec.
Afirmó que al igual que dicho homicidio tensionó más el ambiente, las recientes declaraciones del comisionado estatal de Seguridad, Alberto Capella Ibarra acerca de que la muerte de David Santos pudiera tener un origen pasional, abre la posibilidad de que se puedan recuperar ciertas condiciones para mantenerse como alcalde, por lo que se plantean que las investigaciones de dicho homicidio le permitirán tomar una decisión final en 15 días más.
En entrevista exclusiva, agregó que el ambiente no le ha permitido gobernar y mantener su dinámica cotidiana tanto personal como laboral, por lo que ha externado la posibilidad de renunciar, sin embargo, ello no ha sucedido aunque el papel ya esta listo para ser presentado ante el cabildo, con el que analiza todos los escenarios, inclusive si hay condiciones para que el cuerpo edilicio resuelva quién lo sucederá, o si deberán solicitarle al Congreso para que lo haga, o si ya hay condiciones para que siga en el cargo.
Toledo Bustamante, quien por segunda ocasión es alcalde de Mazatepec, la primera vez a través del Partido Acción Nacional (PAN) y ahora por el Partido Humanista (PH), reconoció que a personas cercanas les ha confesado –en los momentos más aciagos- su deseo de dejar la alcaldía, pero destacó que las versiones de que era un hecho consumado, son totalmente falsas.
Finalmente consideró que dejar la presidencia municipal de un día para otro no sería posible ni administrativa ni políticamente, ya que es necesario saber qué decidirá el cabildo y, en caso de que el asunto superara al cuerpo edilicio, sería el Congreso estatal el que debería tomar una decisión, lo cual no es una tarea simple.