TEPOZTLÁN, Mor (David Monroy).- Habitantes del barrio de santo Domingo –ubicado en este municipio- acordaron protestar ante las autoridades municipales para forzar la reubicación de varias decenas de perros que habitan dentro de la propiedad de una vecina, y que mantienen comprometidas la salud e higiene de la zona desde hace 10 años.
Reunidos en el atrio de la parroquia del barrio de santo Domingo este fin de semana, medio centenar de habitantes de este lugar, discutieron sobre el antiguo conflicto en su comunidad que representa la presencia constante de más de 150 perros en una propiedad privada, -“en otras ocasiones han sido casi 200”— y que en diciembre pasado tuvo un capítulo álgido debido a la intervención de autoridades civiles y policías, que se llevaron a los animales a un refugio.
En diciembre pasado, personal del Ayuntamiento de Tepoztlán con apoyo de la policía del Mando Único, ingresaron por la fuerza a la casa de Dora Anaya Leyva, ubicada en la calle Matamoros 103, barrio de santo Domingo, y se llevaron del lugar 158 canes.
La acción generó un escándalo, principalmente en redes sociales, que derivó en protestas de grupos de animalistas, la toma de la Procuraduría en Defensa del Medio Ambiente del estado de Morelos (Propaem) y declaraciones airadas de la propietaria que acusó abuso de autoridad y prepotencia, ya que los policías ingresaron a su propiedad brincando los bardas.
Anaya Leyva aseguró que la medida y el operativo obedecía a la inconformidad de “algunos vecinos” influyentes, incluso acusó al gobernador Graco Ramírez de haber permitido dicha operación. Los perros le fueron devueltos apenas hace unas semanas, luego de ser obligada a firmar un convenio en el que incluía evitar contaminar la calle del barrio con agua de heces fecales de perro, quemar los desechos de los perros y permitir a la autoridad ingresar a su casa para verificar que los animales estuvieran en perfecto estado y en condiciones dignas.
Sin embargo, los habitantes de santo Domingo, dicen que esto ha sido violado, que Anaya Leyva no respetó las medidas y que es necesario buscar la reubicación de los perros en espacios no habitados. Pese a los señalamientos, ninguno de los inconformes ofrecieron pruebas.
“No estamos en contra de los seres vivos, estamos en contra de que estos animalitos continúen confinados, pero al mismo tiempo generando problemas de salud para la comunidad”, expresó una mujer, que pidió no ser identificada, pero que vive muy cerca de la casa ubicada la calle Matamoros 103, lugar donde vive la señora Dora Anaya Leyva, quien es señalada –además-de no cooperar con la comunidad ni con las autoridades para evitar generar mas molestias por la acumulación de heces fecales, pelo, olor y ladridos de los animales, a cualquier hora del día.
Entre las acusaciones vertidas, los quejosos dicen que Anaya Leyva es grosera con los vecinos que le recriminan la tenencia de los perros, problema que es “añejo; tenemos diez años con este conflicto, y nadie ha podido remediarlo. Es un asunto donde la autoridad tiene que intervenir de forma directa, una vez más”, comentó al micrófono otro de los vecinos, quienes pidieron omitir los nombres para permanecer en la reunión.
Para justificar la urgencia para que Anaya Leyva permita el ingreso de las autoridades y la reubicación de sus perros, una maestra que dijo ser estudiante cuando la señora Dora llegó al pueblo, asegura que hay “muchos rumores” del porque tiene tantos perros. Según ella, trabajadores de las casas de la zona “me contaron” que un día que los inspectores ingresaron a su casa, “encontraron pieles de perro colgadas en un cuarto que estaba cerrada”.
Y fue más allá: “También dicen que la señora tiene un restaurante en Acapulco, y ahí se lleva los perros”, al sugerir que los usaría para consumo humano. De ninguna de las dos versiones ofreció prueba alguna, y se limitó a decir que a ella le habían dicho.
Despúes de varias horas de reunión, los colonos acordaron dejar de lado la idea principal de irse a manifestar frente a la casa de Dora, y cambiaron la idea. Acordaron que a partir de esta semana, junto con los mayordomos de santo Domingo, acudirán ante el presidente municipal de Tepozltán, Lauro Salazar Garrido a quien le pedirán vaya hasta la casa de los perros para pedir su reubicación.
“Los derechos de los animales no puedes estar por encima de los pobladores. Primero son los niños y luego los perros; primero somos los humanos y luego los animales”, así funciona esto, indicó uno de los responsables de la convocatoria, quien hizo ver que pese al llamado a la autoridad municipal, ninguna acudió a cerciorarse de las protestas de la gente.
El tema de los perros en Tepoztlán no es nuevo. Además del encono que existe contra Dora y su particular forma de tener a sus mascotas, en los últimos años la fauna ha llamado la atención de los habitantes de Tepoztlán: Primero por la cantidad de animales que existían en la plaza de armas local y luego porque un grupo de perros atacaron a un joven que se ejercitaba en el cerro del Tepozteco. Lo mataron.