Quienes impulsan esta tesis, lejanos a la conducción de Alejandro Moreno Cárdenas, alegan que la sociedad con el PAN no funciona en términos electorales cuando se trata de cargos ejecutivos. Según esta teoría, con la alianza, el albiazul obtiene gobernadores, pero el PRI se mantiene en la fase testimonial del Senado y la Cámara de Diputados.
Moreno Cárdenas de momento defiende la permanencia en la alianza e insiste en que el Frente lleva la delantera en elecciones como la de Veracruz, Morelos y, ahora también, Puebla. Así lo mencionó tras el debate del domingo.
También entiende que quienes buscan desarmar el frente son aquellos que en realidad quieren ganar terreno en sus proyectos personales pero que no asimilan todo el panorama opositor.
Alito está convencido de la polarización con Morena debe ser el sendero a seguir y que cada vez existe una mayor simbiosis entre el voto del PAN y el del PRI, que la alianza todavía puede crecer más y que su condición electoral es inseparable de la contención legislativa del morenismo. “El Frente tiene que seguir aún si Xóchitl gana las elecciones”, desliza el campechano.
Con esta convicción todas las miradas del CEN tricolor se vuelcan sobre la elección de Veracruz, donde prima la idea de que José Yunes puede vencer a Nahle. Alito entiende que si Yunes gana la narrativa anti Frente se apaga de inmediato al interior del PRI.
(Con información de LPO)